Valeria es no sólo una buena periodista, sino además una buena persona, que a algunos les puede chocar por una cierta actitud irreverente, pero a la que vale la pena escuchar porque dice cosas interesantes y de manera muy clara.
En esta nota, que pueden leer haciendo click sobre el título, un par de párrafos más arriba, es genial. Un ejemplo de sinceridad, pero además una clara muestra de que algunas cosas no son tan importante y que otras no merecen ser tomadas demasiado en serio.
Una frase basta como muestra: "Qué tiempos aquellos. Gustábamos de ir a exhibirnos a los paradores playeros sólo para perturbar a los señores mayores de panza de rabas; caminábamos entre las carpas de lona verde sin miedo a las lenguas bífidas y bailábamos con los brazos arriba y los senos alegres, creyendo que las siliconas sólo servían para confeccionar breteles de corpiños. Almorzábamos sándwiches de pan árabe, porquerías grasosas y helados bañados en chocolate, sin culpa ni digestivos. El sol no tenía horario y cometíamos tropelías sanitarias tales como aceitarnos la piel como papas fritas".
Para pasar un rato agradable mientras se reflexiona sobre el valor real de las cosas.
5 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:
Me rei mucho! QUE SUERTE QUE VOLVISTE.
Qué bueno que te resulté inspiradora!! ;) A escribir que se cae todo!! Gracias por tus conceptos!!!
Felicitaciones por la novela!!! y qué bueno que volviste. Beso y buen año, Juanqui.
espero la novela
Hola!!!
...y a veces sì.....
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Buena semana y un abrazo de oso.
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