16 junio 2011

LA PÉRDIDA DE LA INOCENCIA


Antes de escribir este post, lo anuncié en Twitter: “Mi proximo post sera sobre la perdida de inocencia a los 46 años...”. Hubo varios comentarios, entre ellos de la escritoria y “twittera” Claudia Piñeiro (@ClaudioPineiro), que me dijo “Te duro bastante!!!”. Pero la verdad es que eso es lo que me pasó. Lo mismo que nos pasa de chicos con esos personajes que por prudencia no voy a nombrar pero todos sabemos quiénes son.

Resulta que volvía de Mar de Plata, en auto, escuchando a Chiche Gelblung. De repente, comienzan a hablar de historia y de frases célebres pronunciadas por personajes famosos al momento de morir. Durante la conversación, surge el caso del Sargento Cabral, ése que según la historia salvó de la muerte al General San Martín en la Batalla de San Lorenzo. Y Chiche dice algo así como “Todos sabemos que Cabral no existió”. Me quedé duro. Y él agregó “Como tampoco existieron el Tamborcito de Tacuari ni Falucho, que son todos construcciones literarias producto de necesidades políticas”. ¡Casi me pongo a llorar!

Obviamente lo primero que hice al llegar fue meterme en Internet y averiguar sobre estos tres personajes. Lentamente, con la vista nublada, me fui dando cuenta que Chiche tenía razón. El Sargento de Granaderos Juan Bautista Cabral nunca existió y, por lo tanto, nunca pudo haber pronunciado la frase “Muero contento, hemos batido al enemigo”. Pedrito Ríos, el que figura en la historia como El Tambor de Tacuarí, tampoco existió y por supuesto su padre nunca aprobó el ingreso de su hijo al ejército con la pomposa frase que se le atribuye: “No sólo doy mi consentimiento, sino también le ruego que lo acepto, porque yo, con mis 65 años de existencia, soy un hombre anciano, y la entrega de mi hijo es la única ofrenda que puedo hacer a la Patria”. Y Agustín Ruiz, un soldado negro conocido como Falucho, también es un mito y jamás estuvo parado frente a un pelotón de fusilamiento del ejército español gritando “Malo será ser revolucionario pero peor es ser traidor”.

Supongo que muchos estarán tan sorprendidos como yo. Pero la verdad es que la existencia de estos personajes notables de la historia y de otros similares sobre los cuales no me tomé el trabajo de investigar, tiene una explicación muy lógica. Se trata de creaciones literarias con motivos netamente políticos, que se han ido incorporando en el ideario colectivo. Estos tres casos tienen su origen en la necesidad de “hacer participar” en las guerras de la independencia a soldados del interior, como era Cabral, a negros y a niños.

¡Qué feo es cuando uno descubro que ciertas cosas que tienen un encanto particular, en realidad no existen! Empieza a pasarnos de chicos y, según descubrí hoy, no deja de pasarnos nunca. Y me quedé con un poco de miedo. ¿Quién será el próximo…? :)

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2 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:

Licia dijo...

Me quede helado leyendo... Cabral :'(
Pero más alla del mito, me quede pensando en que hay una canción que lo nombra y que la educación poco ayuda. Si no te leí para mi Cabral fue/es/será el mártir de los Andes...
Q la política no mate la literatura e história, mejor cambien los planes educativos

EL SUR TAMBIEN EXISTE. dijo...

“Malo será ser revolucionario pero peor es ser traidor”.

Mas del 50%, ¿ahora vas a alegar planes sociales, subsidios y demas?.
SOMOS LA MITAD, MAS (MAS) UNO.

No mas carne podrida por favor.

hoy somos las pelotas que vos no tuviste, para hacer la revolucion.

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