Muchos se preguntarán de quiénes estoy hablando. Cito sólo algunos nombres porque realmente son muchísimos. Dirigentes políticos como el Jefe de Gabinete del Gobierno de Chile, Cristian Larroulet, el ex Presidente de Bolivia, Jorge Quiroga, los ex Ministros de Economía de Chile y de El Salvador, Carlos Cáceres y Manuel Hinds, respectivamente, o uno de los Miembros del Consejo Económico Nacional de la República Checa, Jiri Schwarz. Economistas como Kevin Murphy, de la Universidad de Chicago, Sebastián Edwards de la UCLA, Carlos Sabino, de la Universidad Francisco Marroquín, o Augusto Zimmermann, de la Murdoch University. Escritores como Jorge Edwards, Carlos Alberto Montaner o Darío Fernández Morera. Intelectuales como Edwin Feulner, Rolf Berndt, Alvaro Vargas Llosa y Lawrence Mone, que presiden la Heritage Foundation, la Friedrich Naumann Foundation, el Centro para la Prosperidad Global del Independent Institute y The Manhattan Institute, respectivamente. Y por supuesto, el Premio Nobel de Literatura del año 2010, Mario Vargas Llosa, que es del único del que realmente se ha hablado.
Toda esta semana a Buenos Aires, para participar de la reunión de la Mont Pelerin Society, una organización que desarrolla ideas y que integran o han integrado, por ejemplo, los ganadores de los Premio Nobel de Economía de los años 1974, 1976, 1982, 1984, 1986, 1991, 1992 y 2002.
Algunos diarios y revistas entrevistaron a algunos de ellos. Todos hablaron de Vargas Llosa. Pero no siento que hayamos hecho todo lo que se podía hacer con semejante cantidad y calidad de gente. Me parece que nos perdimos la oportunidad de sacarles verdadero provecho.
Más allá de que algunos los descalifiquen porque “son liberales”, podríamos haber hecho cosas. Podríamos haberlos invitado a disertar en nuestras universidades. Podríamos haberlos reunido con nuestros empresarios y políticos. Podríamos haber conversado con ellos en profundidad sobre sus experiencias. Aprendiendo de ellos. Pero no lo hicimos y esta gente ya se fue o se está yendo. No fuimos inteligentes.
¿Tendremos la capacidad de asumir el error y aprender para no volver a cometerlo? Parece difícil… Y no es un cargo al gobierno. Esta falta de inteligencia es culpa de todos.
1 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:
Estimado Juanqui: Una vez más coincido con tus reflexiones. Tenemos un serio problema de educación y cultura en la sociedad. Los dirigentes políticos no nacieron de un repollo, son también argentinos. Cuando observamos el accionar de la oposición, más fragmentada imposible. Que no decida el Congreso Nacional sobre la boleta única y el voto electrónico no es casual. Seguiremos orando para que Dios ilumine a la oposición y a nuestra sociedad. Los que si conocimos una República deseamos recuperarla. Un abrazo y el afecto de siempre.
Sarita Vigna
Publicar un comentario