¿A QUIÉN VAN A VOTAR LOS HIJOS DE HEBE DE BONAFINI...?

Jorge Omar Bonafini fue secuestrado por fuerzas de seguridad el 6 de febrero de 1977, y nunca más se supo de su paradero.

Raúl Alfredo Bonafini desapareció el 6 de diciembre del mismo año, sin que se volvieran a tener noticias suyas.

Sin embargo, los dos están habilitados para votar en las elecciones del 28 de junio próximo.

Es más, ambos figuran en los registros de la ANSES (Administración Nacional de la Seguridad Social), ya que en el año 1996 tramitaron su Clave Única de Identificación Laboral (CUIL).

Son los hijos de Hebe de Bonafini, Presidente de "Madres de Plaza de Mayo", quien participó de la fundación de esta agrupación, justamente como consecuencia de la desaparición de sus hijos.

Hebe de Bonafini fue quien en su momento aportó los datos sobre las fechas del secuestro de uno y la desaparición del otro.

El informe de la CONADEP confirmó esa información y los incluyo en la lista de víctimas de la represión ilegal impulsada por el régimen militar que gobernó el país entre 1976 y 1983.

¿Se trata de un error en la conformación del padrón electoral?.

¿También hay errores en los registros de la ANSES?.

Cuando mi amiga Sandra Mora me contó esto, inmediatamente me puse a investigar y encontré que, desde hace tiempo, circula en Internet el rumor de que Jorge Omar Bonafini, uno de los hijos de Hebe de Bonafini, estaría viviendo en Francia.

Parece que no es un simple comentario de alguien con mala intención.

La información dice el lugar en donde estaría viviendo, señala que vive con su padre, el ex marido de Hebe de Bonafini, e informa que la CONADEP fue puesta al tanto de la situación, motivo por el cual Jorge ya no figura en el listado de víctimas de la represión.

¿No debería aclararse debidamente este tema?.

Dada la exposición pública de Hebe de Bonafini, me parece importante , si efectivamente uno de sus hijos, que ella había denunciado como secuestrado, fue encontrado y está bien, que la gente lo sepa.

Lo mismo aplica en el caso de la CONADEP.

No estamos necesariamente frente a un error, sino más bien frente a novedades que modifican una situación previa o los resultados de trabajos de investigación llevados a cabo por esa comisión.

Creo además que Hebe de Bonafini está obligada a comentar el asunto.

Por sus implicancias económicas.

Durante años los sucesivos gobiernos posteriores al año 1983, establecieron compensaciones económicas a los familiares de las víctimas de la llamada "represión ilegal".

No tengo específicamente ese dato, pero supongo que ella habrá cobrado la compensación correspondiente a la desaparición de su hijo Jorge Omar, que ahora parece que está bien y vive en Francia.

También es importante que eso se aclare.

Finalmente, creo que quien sin duda tiene también cosas que aclarar, es el gobierno.

A pesar de que este tema es previo a la asunción de la actual Presidente, e incluso a la de su marido, en el año 2003.

Pero es importante saber cómo es posible que personas desaparecidas (parece no ser el caso de Jorge, pero sí el de Raúl, el otro de los hijos de Hebe de Bonafini), figuren no en un listado oficial como el padrón electoral, sino en ya en dos, el padrón electoral y el padrón de la ANSES.

¿Serán estos casos aislados, o ha que pensar en un número mayor, y hasta importante, de personas en la misma situación?.

Entiendo que el tema es delicado y muchos pueden interpretarlo como un ataque a los familiares de desaparecidos, o como una apología del secuestro y la desaparición de personas, y enojarse conmigo.

No es así.

Incluso soy muy respetuoso de aquellos que han perdido un hijo, un hermano o un padre, durante aquellos años.

Creo que las opiniones distintas, incluso sobre cuestiones tan dramáticas como lo que ocurrió en ese período de nuestra historia, no son malas, en tanto se defiendan con altura y con respeto por la opinión del otro.

Pero ante semejante dolor, la reacción más natural y más humana es la compasión.

Sin perjuicio de ello, un tema con el que estoy planteando en este post, debe ser debidamente aclarado.

No para lograr, en todo caso mal y tarde, una pequeña victoria de los que piensan de un modo, sobre los que piensan lo contrario.

Sino como acto de justicia.