04 noviembre 2008

AFJP (2): LOS POSIBLES EFECTOS DEL PROYECTO DEL EJECUTIVO

Hace un par de días tocamos el tema de la decisión oficial de terminar con el sistema de AFJP, reproduciendo una explicación del economista Tomás Bulat sobre el funcionamiento del sistema.

Ahora otro economista, Juan Carlos De Pablo, nos dará una explicación de lo que implica a su criterio la decisión oficial.

Luego de entender el sistema, como base para abordar el problema, pasamos al problema en sí, junto una horas antes del análisis del proyecto del Poder Ejecutivo Nacional en el Congreso de la Nación.
La nota que se transcribe a continuación fue escrita por De Pablo para la revista Fortuna y publicada en su edición del día viernes 31 de octubre (http://www.revista-fortuna.com.ar/ed_0283/col01.html). Realmente es muy esclarecedora sobre el impacto de esta idea del Ejecutivo sobre la gente común que eligió el sistema de capitalización:

Congreso, por favor, salvame del ejecutivo
Por Juan Carlos de Pablo


Forma parte de mi filosofía personal que, al menos desde el punto de vista económico, durante los últimos años de mi vida no quiero ser una carga para mis parientes, amigos y mucho menos compatriotas. En otros términos, vivo pensando que mi jubilación debe ser parte de mi problema.

Por eso desde 1994, es decir, desde el comienzo mismo, me entusiasmó el régimen jubilatorio de capitalización implementado a través de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP). Que funciona como una caja de ahorros con una restricción adicional: no se puede comenzar a efectuar retiros hasta que se llega a determinada edad. Por lo demás, quien más pone más saca, quien antes pone más saca, y quien aporta a una AFJP que realiza mejores inversiones (dentro de lo que le permite –u obliga– la legislación), más saca.

Congruente con esta idea me afilié desde el vamos y al igual que el 80% de los aportantes, en 2007 resistí la presión pública y sindical para pasarme al régimen público de reparto.

Dado todo esto se imaginará, mi querido lector, la gracia que me hizo enterarme de que la Presidenta de la Nación envió un proyecto de ley al Congreso, para eliminar el sistema jubilatorio de las AFJP. Mi indignación por la decisión aumentó fuertemente cuando expresó que no lo hizo por una razón “de caja” sino para defender mis intereses. A la decisión que me perjudica le sumó la burla implícita en una explicación que no cree nadie.

En efecto; ¿cómo voy a creer que este gobierno me va a defender a mí, cuando no se preocupa en lo más mínimo por los jubilados que ya están en el sistema público y durante la década de 1990 cobraban más que la jubilación mínima?. El jubilado Badaro consiguió que la Corte Suprema de Justicia finalmente obligara al Ejecutivo a reajustarle la jubilación (¿habrá cobrado?). Pues bien, hay 1.200.000 “Badaros”, muchos de los cuales están litigando.

Pero además, este Gobierno anuncia que sus sucesores se van a preocupar por mi jubilación. ¿Cómo puede afirmar esto? Alrededor de 80% de los aportantes al sistema de las AFJP tiene no más de 44 años, de manera que en el caso de los varones se jubilarán dentro de más de 2 décadas. ¿Qué valor tiene una “promesa” del actual Gobierno, de que quien rija los destinos de Argentina en 2028 se va a ocupar de nosotros?.

Como consecuencia del anuncio que estoy analizando, el precio de las acciones y los títulos públicos se desplomó. ¿En serio que el Poder Ejecutivo esperaba otra cosa, en el nombre de que había mejorado su capacidad de pago de la deuda pública? Pero esto es como pensar que me encuentro en la calle con un acreedor, a quien le tengo que abonar dentro de 7 días, y como me pregunta si le voy a pagar ingreso a una iglesia, robo la colecta y se la muestro con canastita y todo. Obvio que al acreedor las preocupaciones le aumentan en vez de disminuirle.

Supimos al instante la reacción de los tenedores de acciones y títulos públicos. No menos concreto fue el impacto que se produjo sobre la economía real. Porque la eliminación de las AFJP afectó las decisiones, tanto de lado de la oferta como del de la demanda.

Como están todavía en la transición las AFJP son excedentarias, es decir, el flujo que reciben por los aportes supera el monto de jubilaciones y pensiones que abonan. Consecuentemente, “aplican” los fondos, por ejemplo, para financiar –vía fideicomisos–- la compra de bienes durables. Esta forma de canalizar crédito se cortó de manera súbita, alejando a la Unión Industrial Argentina de las entidades que miraban esto de costado.

Pero también se hizo sentir del lado de la demanda. Porque la historia argentina en general, y el estilo K (en sus versiones, NK y CK) en particular, son suficientemente abundantes como para disparar la imaginación decisoria. Si hace un mes nos hubieran preguntado si pensábamos que este Gobierno podía echar mano, de manera incivilizada, a los fondos previsionales, probablemente hubiéramos respondido de manera negativa. Pero lo hizo, y por consiguiente planteó preguntas nuevas: ¿qué podrá ocurrir con los depósitos? ¿y con las cajas de seguridad? ¿y con el dinero que dejamos en la cocina de la casa, para que la sirvienta le pague al que trae la pizza mientras nos duchamos? Ya no se puede desestimar ninguna alternativa.

Volvemos a poner sobre el tapete una tragedia argentina: los recursos que tengo fuera del sistema son míos, los que tengo dentro del sistema son nuestros (de los políticos, de los sindicalistas, de los piqueteros, además de míos). En estas condiciones puede haber reactivación, como la hubo entre 2003 y 2007, pero no crecimiento sostenido, que es otra cosa.

El título de esta columna es un pedido a los diputados y senadores de la Nación. Soy uno de los 3.600.000 aportantes al sistema de las AFJP, y si bien nadie me eligió me siento representante de muchos de ellos, porque tengo este vehículo para expresarme.

Si usted, diputado o senador, dice representarme, entonces lo que tiene que hacer es votar negativamente el proyecto enviado por el Ejecutivo. Sin introducir otro para “mejorarlo”. No señor. Respete mi decisión de 2007, de quedarme en una AFJP cuando tuve la opción de volver al reparto. Sé arreglármelas sólo frente a mi AFJP, mucho más que frente al gobierno de turno. Particularmente, a este Gobierno.

Así que nada de aprobar agregando alguna cláusula de intangibilidad de fondos, nada de aprobar con sistema público de cuentas individuales. ¡Pero si ya lo tengo!.

¿Para tomar fuerza con su voto necesita usted una marcha de los aportantes? Seguramente se va a organizar. Porque el Ejecutivo tiene el tiempo en contra, y a medida que pase el tiempo las manifestaciones se van a ir multiplicando.

Un nuevo rechazo legislativo a una malísima decisión del Ejecutivo no va a ser igual a que la idea nunca hubiera sido lanzada, pero será muchísimo mejor a que este proyecto de ley sea aprobado. El Congreso tiene una oportunidad de repetir el histórico rol que jugó cuando sometieron a su consideración la resolución ME 125/08. Ojalá ocurra.

NOTAS RELACIONADAS:
http://juancarloslynch.blogspot.com/2008/11/afjp-entendiendo-el-sistema.html

0 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:

Publicar un comentario

Related Posts with Thumbnails

Encontrame también en: