Esta tarde habrá un acto político al que seguramente asista mucha gente, en el que se conmemorará el triunfo de la fórmula que integraron Héctor J. Cámpora y Vicente Solano Lima en las primeras elecciones presidenciales que se llevaron a cabo en el año 1973.
Digo primeras porque ese año hubo dos elecciones presidenciales. Esta a la que hago referencia fue convocada por el General Alejandro Agustín Lanusse, quien era Presidente de facto. Allí no se permitió que fuera candidato Juan Domingo Perón, que llevaba casi 18 años exiliado en España. La fórmula del peronismo fue entonces Cámpora – Solano Lima. Esa fórmula ganó, Campora asumió como Presidente e inmediatamente derogó la proscripción de Perón. Luego renunció y entonces se volvió a convocar a una elección presidencial, la segunda en el año, donde esta vez ganó la fórmula que Perón integró junto con María Estela Martínez, su mujer, más conocida como Isabel Perón o “Isabelita”.
La convocatoria de hoy en la cancha de Huracán va a mostrar, a mi juicio, lo que está pasando hoy en el ámbito político. Que la Presidente Cristina Kirchner tiene una sólida base estructural y que el respaldo popular con el que cuenta no es menor. Por el contrario, es mayor que el que tiene actualmente cualquiera de los posibles candidatos opositores.
Lo que me sorprende y quería compartir con ustedes son dos cosas.
La primera es el “tufillo setentista” que a toda costa se le quiere dar al acto, intención que es consistente con las permanentes referencias de políticos oficialistas y de funcionarios del gobierno a la militancia de los años ’70.
Por algún motivo que no logro entender, al grupo se conoce como “kirchnerismo” le encantan los años ’70. Rescatan el idealismo de los jóvenes de aquel entonces y hasta la “militancia dura”, que terminó en un lamentable caos caracterizado por una sociedad partida al medio, la violencia, y los asesinatos y desapariciones de personas de uno y otro sector. ¡Hasta discuten quién fue y quién no fue parte de la juventud combativa de esa década!
Tratando de comprender, busqué información y revisé muchísimo material complementario del que a lo largo de años ya había leído sobre el tema. Pero sigo sin entender en dónde el atractivo. Obviamente puedo hacer una lista de las cosas que se dice que hay que rescatar de aquellos años, pero de allí a mirar la política argentina de los años ’70 con nostalgia, como si estuviera recordando hitos político-culturales de la relevancia de la “Generación Perdida”, el “Mayo Francés”, la “Revolución Cubana” o los años del “Flower Power”, hay una diferencia enorme.
La segunda cosa que quería compartir con ustedes es el uso que está haciendo y que se hará particularmente hoy de la figura de Cámpora y de la fecha del 11 de marzo de 1973.
Respecto de Héctor J. Cámpora, hay que aceptar que, aunque sólo gobernó 49 días, es un personaje relativamente relevante en la historia argentina, ya que es el que materialmente permitió que Perón volviera del exilio. Pero es relevante puntualmente por eso que hizo. Él personalmente no es relevante. Si no hubiese estado allí, algún otro hubiese hecho lo mismo. Fue, en todo caso y como tantos que hubo y que hay, un dirigente político sin ningún vuelo, que fue usado de manera circunstancial y que, para revertir algo tan poco democrático como fue la proscripción de Perón, hizo muchas, pero muchas macanas. Fue el responsable de haber integrado a los Montoneros a la estructura del peronismo y haberles dado un espacio y una relevancia que posiblemente nunca hubiesen logrado sin su “validación”. Fue el responsable de abrir las puertas de las cárceles, iniciando una etapa de terror y de muertes motivadas por el revanchismo. Y hasta le cabe personalmente la responsabilidad de haber organizado del peor modo posible el regreso de Perón al país, lo cual derivó en una guerra sangrienta entre la juventud y el sindicalismo, dentro del propio peronismo.
Respecto del 11 de marzo de 1973, tengo dudas de que sea una fecha para conmemorar. No fue una elección libre ya que Perón estaba proscripto, igual que en las elecciones del año 1963, donde ganó Illia, y que en las del año 1958, donde ganó Frondizi. La primera elección realmente libre desde el año 1952 fue la siguiente a la elección de Cámpora, la del 23 de septiembre de 1973, en donde ganó la fórmula Perón – Perón. Ésa sería, en todo caso, una fecha para conmemorar. Perón lo señala muy bien en el discurso que dio desde el balcón de la Casa Rosada, cuando echó a los montoneros de su partido: “fueron 21 años”. Recomiendo verlo (si no se ve la imagen para iniciarlo, podés hacer clic aquí):
Ya lo dije y lo repito, no entiendo ese misterioso atractivo que parece tener la política argentina de los años ’70. ¿No habría que promover que se lea un poco más de historia?
1 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:
Juan: creo que las acciones que toma este Gobierno vienen siendo inentendibles, inexplicables en su mayoría. Coincido con vos en que, a pesar de todas las macanas o mejor dicho oportunidades que desaprovechan, siguen siendo más sólidos que la oposición. Pero esta viene poniendo pie fuerte en el Parlamento. Independientemente de los resultados, se está haciendo escuchar.
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