05 octubre 2010

EL RECUERDO DE "FLORES ROBADAS..."


Cuando se les pregunta a los de mi generación cuál es la primera película con altas dosis de romance y erotismo combinados que recuerdan haber visto, las respuestas clásicas van desde “Love Story”, con Ryan O’Neil y una impresionante Ali McGraw, hasta “La laguna azul”, en donde una Brooke Shields todavía adolescente corre semidesnuda durante casi dos horas perseguida por Christopher Atkins. La primera es de principios de los ’70, mientras que la segunda se estrenó creo que diez años después. Son películas inolvidables para cualquier chico que está entrando en la adolescencia. Sin embargo, si yo tengo que citar una película que realmente me impresionó, por su realismo, por su romanticismo y por su carga erótica, ésa es, sin duda alguna, “Flores robadas en los jardines de Quilmes”.

A qué viene todo esto? A que “Flores robadas…” es una película argentina que se hizo a principios de los años ’80 y que protagonizaron Soledad Silveyra, que tenía no más de treinta y tres años, y Víctor Laplace. A que se hizo sobre un libro de Jorge Asís, publicado en el año 1980, que fue uno de los mayores éxitos de la literatura local. Y a que hace apenas unas semanas, la editorial Planeta publicó una edición conmemorativa, cuya tapa es la que ilustra el post.

Por supuesto compré el libro y cuando mañana conozca personalmente a Asís, lo primero que voy a hacer es pedirle que me lo firme. El prólogo de esta edición, que Asís reproduce íntegramente en su sitio web, es en sí mismo una interesante historia de cómo se gestó “Flores robadas…”.

Empieza así:

“En la frontera de los 30 años, me sentí -34 años atrás- en condiciones de encarar un precipitado balance generacional. Escribí “Flores robadas en los jardines de Quilmes” entre noviembre de 1975, y octubre de 1978. Entre las virulencias del final de Isabel y la consolidación del Proceso de Videla.

La pasión por la cronología me induce a registrar que 1979 entero lo pasé entre rechazos honorables. Los que, simultáneamente, me fortalecían. Las editoriales “no podían” publicarme las “Flores”. Debía entenderlo.

Sin embargo los rebotes elegantes trascendían. Y -reitero- me enaltecían. Evoco, incluso, alguna ironía de Carlos Marcelo Thiery, compañero en la redacción de Clarín (que inspirara un posterior libro fatídico): ‘Asís se obstina en encerrarse a escribir libros que nadie nunca le va a editar’.”


Les recomiendo leerlo. Pueden encontrarlo haciendo CLIC AQUÍ.

Pero además les recomiendo comprar el libro y leerlo. E incluso si buscar el DVD con la película, que en algunos videoclubes seguramente debe estar. Es cine argentino tan bueno como el que se está haciendo últimamente. Pero hecho hace casi treinta años.

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2 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:

Jose Maria Cafferata dijo...

¿En qué estás pensando...? En que Asis también escribió El Diario de la Argentina, y fue un precursor (a lo mejor involuntario) en esta diatriba de los K y Victor Hugo Morales, el ridículo relator deportivo y todólogo uruguayo, contra Clarin. En Clarin hay muchos y buenos amigos y amigas, y esta persecuta organizada desde el poder, me parece exagerada e impostada, ademas de malintencionada. Pero parece que Asis les dio, a lo mejor sin pensarlo, el empujón de entrada. Con lo que se hace patente que es difícil tirar la primera piedra, porque es la que dibuja los primeros círculos concentricos que nunca se sabe adonde van a terminar. La verdad que me tienen hartos: todos, en su medida y armoniosamente.
Salud, honor y gloria!!

pato dijo...

Siempre tan claro y sencillo. No lei el libro, creo empezare x la peli, despues te cuento...gracias x la recomendacion
:*

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