08 septiembre 2010

TAN LEJOS Y TAN CERCA...


La verdad es que me preocupa muchísimo la situación de los mineros chilenos. Hace algunas semanas se revolvían escombros para ver si se encontraba a alguno de ellos con vida. Hoy en cambio tenemos a los treinta y tres vivos, juntos y esperando que los rescaten. Sin embargo, estamos frente a un proceso muy largo, muy complejo, durante el cual hay una infinidad de cuestiones técnicas a resolver, pero también muchísimas cuestiones psicológicas que en general escapan a cualquier control. Y tengo la sensación de que los aspectos humanos de este episodio son una espada de Damocles: una pequeña “chispa” puede generar una tragedia.

Los expertos en este tipo de situaciones tan dramáticas seguramente tienen en claro que preservar la armonía en el grupo es tan importante como el proceso de excavación para rescatar a los mineros. De allí que les manden videos, que les permitan filmar mensajes para sus familias, que les manden música y películas, que habiliten un sistema para que vean jugar a la selección chilena de fútbol o que les envíen albóndigas con arroz para el almuerzo y pollo con arvejas para comer de noche.

Pero el dato que no puede eludirse es que, si todo sale bien, existe la posibilidad de que los mineros puedan pasar la Navidad en sus casas. Si todo sale bien. Si durante el proceso de excavación se siguen encontrando fallas como la que se encontró en los primeros treinta metros, que obligó a parar los trabajos durante varias horas, se producen derrumbes o se dañan equipos que no están probados en esta tarea, los plazos van a alargarse. Tan lejos y tan cerca...

Roberto Petinatto me dejó pensando los otros días. Dijo más o menos esto: "Los mineros creen que salen y se hacen ricos vendiendo su historia para una película, pero no es así. Para que a Hollywood le interese debe pasar algo macabro. Se tienen que matar entre ellos, o algo así". Y algo de razón tiene.

¿Cómo será la convivencia entre los treinta y tres mineros a setecientos metros de profundidad, luego de la euforia inicial generada por el hecho de haber sido encontrados y en la medida en que el tiempo pase? ¿Cómo reaccionarán si hay alguna demora en los plazos? ¿Cuál será el ánimo general si alguno se enferma? Nadie sabe las respuestas.

Ojalá me equivoque. Dios demostró dos veces que "es chileno". Espero que siga acompañando...

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5 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:

Anonymous dijo...

Espero que puedan salir todos vivos. No puedo imaginarme ahi porque soy claustrofobica asique me da panico por ellos.
Confio en que los saquen. Vale todo el esfuerzo que se esta haciendo y el comentario de Petinatto es para ignorar. Debiera aprender un poco de la actitud chilena. Un poco de solidaridad y pensar en el projimo no hace mal ni quita rating.

emallea dijo...

Juanqui para quienes debemos perforar a 4000 metros todos los meses (pozos petroleros) sabemos que la complejidad de llegar a 700 es muy baja. La tecnología existente permite llegar a 6000 metros de profundidad y debajo del lecho marino también. La geologia (presiones y tempaeraturas) tampoco no es compleja a esa profundidad. Como bien decis el desafio es psicologico que no es menor. Entiendo tienen bien organizados y respetados los liderazgos entre los mineros. Como siempreel orden y respeto fuero la salvación de chile en general
abrazo

Gabriela dijo...

Juanqui, yo tambien los tengo en mi pensamiento. Esta operacion no tiene nada de facil y puede ser que alguno se enferme o que tenga que ser operado, etc. Imaginate un apendicitis, o que se yo...! Quiero ser positiva con respecto al resultado de todo esto y tampoco se como estan ellos animicamente. Por suerte paso en Chile, y no es que quiero ningunear al gobierno Argentino, pero aqui se hubieran muerto mientras se echaban las culpas mutuamente.
Saludos

silvia cheves dijo...

Juan , quien puede saber lo que pasara.....tantas cosas...como vos decís , lo anímico es tan importante como lo físico , esta gente que trabaja en las minas que esta acostumbrada a estar bajo tierra , en el fondo saben cada día que salen a su trabajo que tal vez no vuelvan con vida , eso no quiere decir que lo estén pasando bien, pero seguro son mas fuertes que vos y yo en estos momentos, deseo como todos que puedan salir sanos de este tremendo accidente.
Saludos

Barbara Cartwright dijo...

Juanqui,de este post si opino porque x mis venas corre un 25% de sangre chilena.De hecho las minas de plata de mi tatarabuelo están muy cerca de esa mina, en Copiapó.Particularmente creo que las tragedias "colectivas" unen más que dividir.Habrán intercambio de opiniones cuando ante decisiones existen diversas maneras de ver las cosas pero a la larga, ellos saben que de por vida los unirá esta increíble experiencia que les toca hoy vivir..... pienso y rezo por ellos todos los días. Rezo por que tengan estabilidad emocional,paciencia y sobre todo esperanzas y fe!
beso! keep up with the good posts :-)

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