SE EQUIVOCARON EN LA ELECCIÓN DE LA VÍCTIMA

No creo que cada ciudadano deba hacer justicia por mano propia, porque eso nos lleva al caos.

Pero cuando dos delincuentes tienen "la mala suerte" de intentar robar a un oficial de alguna fuerza de seguridad, es lógico que las cosas terminen mal.

Especialmente para los delincuentes, que cuando salen a robar no esperan encontrarse con un oficial armado, entrenado en el uso de armas.

Creo que el episodio entre un oficial de la Prefectura y dos chicas de la Villa 31, tiene detalles que lo hacen muy delicado, pero es uno de estos casos.

Veamos lo que pasó.

El miércoles pasado, a eso de las 11 de la noche, Luis Luque, buzo rescatista de la Prefectura Naval Argentina, se dirigía en su auto particular a su trabajo, en la zona de la Terminal 5 del Puerto.

Bajó de la Autopista Illia, que corre paralela a la Villa 31, y frenó en el semáforo de la esquina de Av. Castillo y Calle 12.

Abrió su ventanilla para encender un cigarrillo, y notó que había dos personas detrás del auto.

Puso primera para alejarse, pero por el apuro de la maniobra el auto se paró.

Cuando giró la cabeza hacia donde estaban las dos personas, vió sólo a una chica que abría su campera y extraía lo que parecía ser una escopeta recortada.

La otra persona, otra chica, apareció de repente frente al auto, apuntándole con lo que parecía ser un pistolón, y gritando "te mato, gato, te mato".

Luque sacó su arma reglamentaria y disparó tres tiros, uno hacia adelante, que dió en la cara de la chica que lo amenazaba con ese supuesto pistolón, y dos hacia el costado, que impactaron en el pecho de la chica que se acercaba con la supuesta escopeta recortada.

Sacó el auto del lugar y lo detuvo unos metros más adelante, se bajó y empezó a caminar hacia el lugar del incidente, para verificar el estado de sus asaltantes.

Como un grupo de gente salió de la zona de la Villa y empezó a correr hacia el lugar gritando y amenazándolo, debió retirarse y fue hasta el puesto de Prefectura donde informó lo que había pasado.

Hasta acá la historia de dos delincuentes que intentaron robar a un automovilista y que se encontraron con un oficial de Prefectura que ante una amenaza contra su vida, fue más rápido que ellas.

Sin embargo, el tema dejó rápidamente de ser tan simple.

Cuando las autoridades llegaron al lugar, encontraron que la chica que había recibido los dos disparos en el pecho estaba muerta, y que la que había recibido el disparo en la cara, que estaba embarazada, tenía una herida grave en el ojo, por lo que fue trasladada de inmediato al Hospital Fernández.

Lo que vieron también es que ninguna estaba armada.

La supuesta escopeta recortada y el supuesto pistolón, eran armas falsas, hechas con caños de metal, palos de madera y algunas sogas.

Este detalle, que no es menor, generó que una Jueza ordenara la detención de Luque, que la Prefectura iniciara un sumario y lo separara transitoriamente de su puesto, y que la gente de la Villa 31 clamara por venganza, denunciando un nuevo caso de "gatillo fácil".

Esta última demanda de la gente de la Villa 31 no fue justamente una demanda pacífica, sino que personas de todas las edades cortaron el tránsito de la Autorpista Illia con gomas quemadas, y atacaron la sede de la Prefectura con piedras, palos y proyectiles incendiarios.

Como no soy abogado, hay varias cosas que no me quedan claras.

¿Que las armas fueran falsas es algo que juega en favor de las delincuentes?.

¿Cómo determina un oficial de una fuerza de seguridad, si las armas con que lo están apuntando, en una calle oscura, a las 11 de la noche, son armas de verdad o armas falsas?.

¿Qué es lo que se espera que un oficial de una fuerza de seguridad haga cuando se encuentra en la situación en que se encontraba Luque?.

Sin duda es muy lamentable que una chica haya muerto y que otra esté seriamente herida.

Lo que creo que no puede perderse de vista, son tres cosas.

La primera es que ellas fueron hasta allí, a esa hora, para amenazar a un automovilista con armas falsas.

La segunda es que no sería la primera vez que hacen algo por estilo, ya que ambas tienen antecedentes por tenencia de armas y por intento de robo a mano armada.

La tercera es que al parecer habrían estado bajo los efectos de drogas, ya que una de ellas tenía una bolsa con restos de cocaína en su campera, y la otra tenía restos de la misma droga en la sangre, según surge de los análisis que se le hicieron en el Hospital Fernández.

No estamos hablando de un señor que salió a dar vueltas con su auto, que encontró dos amigas conversando sobre la vida, y que las atacó, matando a una e hiriendo a la otra.

Tengamos cuidado.

Las fuerzas de seguridad están para defender a la gente honesta de la gente peligrosa.

Estas chicas eran peligrosas.

Simplemente se equivocaron al elegir a la víctima de su asalto.