12 agosto 2009

AHORA QUE FUNCIONÓ EL SISTEMA, DEBERÍA EMPEZAR A FUNCIONAR EL GOBIERNO

Hace apenas algunas horas, el gobierno anunció que no va a eliminar los subsidios a las empresas que proveen gas y electricidad, con lo cual no habrá aumentos a los consumidores, o los aumentos serán relativamente bajos.

Esta decisión es producto de la enorme bronca que generó el envío de facturas de gas y de luz a los consumidores, con aumentos del 100%, del 200%, del 300%, e incluso en algunos hasta del 1.000%.

Apenas recibió las facturas, la gente empezó a quejarse a las empresas proveedoras, pero también llamó a los diarios, a las radios y a los canales de televisión, para contar que debían pagar facturas de entre $ 800 y $ 1.500, cuando hasta el bimestre pasado pagaban alrededor de los $ 200.

¿Por qué semejante aumento?.

Porque las empresas que proveen gas y electricidad a los hogares no le cobran a los consumidores lo que deben cobrarles de acuerdo con lo que consumen y con los impuestos que se cargan al consumo de gas o de luz, sino una cifra bastante menor.

Eso es posible porque la diferencia entre lo que deberían cobrar y lo que realmente cobran, la cubre el gobierno a través de un subsidio.

Como el gobierno eliminó el subsidio, las empresas de gas y de electricidad simplemente mandaron las facturas con los importes que correspondían, generando lo que, a partir de un error de concepto, se llamó "un tarifazo".

Y ardió Troya.

Frente a semejante problema, los partidos de la oposición unieron fuerzas para cuestionar al decisión del gobierno de eliminar el subsidio al gas y a la electricidad de manera repentina, generando esos enormes aumentos en las facturas de los consumidores.

La presión de la gente, sumada a la acción de la oposición, dio sus frutos y el gobierno decidió dar marcha atrás con la medida de eliminar los subsidios, lo que automáticamente reduce los montos de las facturas de los consumidores a cifras similares a las que venían pagando.

Hasta acá el relato de como "funcionó el sistema".

Una medida del gobierno afectó a la gente, la gente protestó, los representantes de la oposición cuestionaron la medida y propusieron revisarla, y el gobierno se dejó de lado la medida, tranquilizando a la gente.

¡Una república perfecta!.

Lo que falta ahora es la segunda parte de la ecuación.

Ya que vimos que el sistema puede funcionar, lo que necesitamos es ver también que el gobierno funciona.

Por ahora, el anuncio que se ha hecho es que durante los meses de agosto y septiembre, estos subsidios que finalmente no se eliminaron, se reducirán, pero muy poco, por lo que los aumentos en las facturas de los consumidores no van a ser importantes.

Paralelamente, durante esos 60 días, se buscará una solución al tema.

Es claro que las tarifas no pueden seguir subsidiadas por el gobierno, ni que la gente está en condiciones de pagar por el gas o por la luz cifras ridículamente altas.

La idea que plantea la oposición es que las tarifas de gas y de luz, que llevan años congeladas, aumenten, pero que lo hagan en forma gradual, de modo de impactar lo menos posible en el presupuesto de la gente.

El gobierno se oponía a esto y quería eliminar los subsidios ya mismo, de modo de contar para otras cosas con esa plata que se le va en subsidio.

Aparentemente cambió de idea o está algo más flexible,

Eso nos colocaría en un escenario en el que nadie quiere mantener un subsidio que le cuesta a la gente unos $ 300 millones por mes, ni hacer que la gente tenga que hacerse cargo de aumentos monstruosos en sus cuentas de gas y de luz.

Es un buen punto de partida.

¿Tendrá el gobierno la inteligencia suficiente como para plantear una solución creativa, que sea razonable para todos?.

¿Será capaz la oposición de controlar que este proceso llegue a buen puerto?.

Sería toda una novedad, pero no hay que perder las esperanzas.

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7 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:

Alejandro Cosentino dijo...

Juanchi, hay algo que me gustaria agregar a tu nota que es la ingenuidad nuestra como consumidores y como ciudadanos. Como consumidores se tomaron decisiones de largo plazo (compra de bienes durables calefones electricos por ejemplo) por que las tarifas eran baratas (corto plazo) y convenia mas. Pensar que esas tarifas eran para siempre fue una ingenuidad. Como ciudadanos confiamos en gente que no se puede confiar. Dicen una cosa y hacen otra. Lo de esta medida de hoy tiene patas cortas. El consumo de los AA en el verano sera igual de caro que la calefaccion en este invierno. Saludos.

Francisco Eduardo Piñeiro dijo...

Aprendieron a dar marcha atrás y embocarte de a poco..

Carmen Maria Perez dijo...

son caros, (aunque no los paguemos) seran caros, pero lo MAS grave, es que nos llevo a la cultura del derroche, dificil volver

Martina García Guasch dijo...

los gobiernos nunca funcionan. Lo unico que funciona son las personas.

Soledad Vignolo Mansur dijo...

Tenés razón. También deberíamos plantearnos que aunque el aumento sea gradual ,la realidad es que el ingreso de los argentinos en general es tan pobre que no alcanza para pagar los servcios al precio real. No tengo ninguan expectativa sobre la funcionalidad del gobierno, ya demostro su alto grado de incapacidad.

Guillermo Donadini dijo...

Los argentinos somo grandes consumidores de magia y odiamos que nos digan la realidad, que ahora aparece inexorable!

Juanqui dijo...

"Consumidores de magia"!. Te voy a robar la frase!

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