EL EJEMPLO DE JOHN TRAVOLTA

El 2 de enero pasado, Jett Travolta, el hijo mayor de los actores John Travolta y Kelly Preston, falleció, víctima de un ataque epiléptico.

Jett tenía 16 años y sufría de un mal conocido como "Sindrome de Kawasaki", una enfermedad febril, que afecta la piel, las membranas mucosas, los nódulos linfáticos, las paredes de los vasos sanguíneos y el corazón.

El ataque que le costó la vida, fue inesperado.

John, Kelly, Jett (en la foto que ilustra este post) y la hermana menor, Ella Blue, pasaban sus vacaciones en la casa que la familia tiene en las islas Bahamas.

Jett se estaba bañando, cuando fue sorprendido por el ataque de epilepsia, que motivó que se cayera y se produjera golpes que finalmente resultaron fatales.

Un verdadero drama.

Como parte del duelo, John y Kelly crearon The Jett Travolta Foundation, con el fin de dar alivio y facilitar la integración de niños con problemas de visión, oído, movilidad y expresión, para ayudar a niños víctimas de desastres, y para financiar programas educativos para niños.

Además, resolvieron tomar algo de distancia del ámbito de relaciones en el que habitualmente se mueven, y emprendieron un viaje que se inició en Costa Rica, siguió en Argentina, y termino en Australia.

Ya de regreso a los Estados Unidos, los Travolta volvieron juntos a Bahamas, para construir en los jardines de la casa una capilla en homenaje a Jett.

John, Kelly y la pequeña Ella Blue, practican la cientología, una religión relativamente moderna y bastante controvertida, que combina elementos del hinduísmo, el taoísmo y el budismo, según la cual Jett estará presente en la vida de sus padres y de su hermana, si se lo evoca con devoción y con fe.

Hace apenas unos días, John Travolta hizo un anuncio que me parece conmovedor.

A partir de una idea de su pequeña hija, él y su mujer, Kelly Preston, han decidido adoptar un niño, y ya han iniciado los trámites legales necesarios para ello.

Según los Travolta, adoptar a un niño y hacerlo propio para quererlo y cuidarlo, "será una magnífica forma de homenajear la memoria de Jett".

Creo que tienen razón.

Es un enorme gesto de amor, que habla de la calidad humana de esta familia.

Es una decisión más que generosa, que los convierte en un ejemplo de lucha contra la adversidad.

Frente a semejante tragedia, se necesita ser especial para responder con amor y con generosidad.

Merecen ser felices.