EL QUE CREA QUE LAS ELECCIONES EN VENEZUELA AFECTAN EL PROYECTO DE CHAVEZ, SE EQUIVOCA

Es un error creer que porque Hugo Chavez no logró los dos tercios de las bancas en la Asamblea Legislativa venezolana, su proyecto político se ha visto afectado. En primer lugar, porque con el voto de casi el 70% de los venezolanos, Chavez logró 92 de las 154 bancas, lo cual es menos que lo que tenía, pero de ningún modo es una derrota. En segundo término, porque el proyecto político de Chavez, en sentido estricto, no pasa por manejas los hilos de Venezuela, sino por cuestiones trascienden las fronteras de ese país.

¿Realmente alguien cree que Hugo Chavez pretende ser amo y señor de un país caribeño con 30 millones de habitantes, un PBI per cápita de apenas 11.000 dólares, una economía fuertemente dependiente del precio internacional del petróleo, y graves problemas de marginalidad, empleo e inflación, entre tantas otras cosas? Si alguien lo cree, me parece que se equivoca.

La política y los negocios, para Chavez, pasan por otro lado. ¿Por dónde? Fundamentalmente por tres actividades muy redituables: la “venta” de espacio territorial y protección política a grupos guerrilleros que operan en América del Sur, el tráfico de drogas y la venta de insumos para el desarrollo de armas nucleares.

“¿No será mucho…?”, se preguntarán algunos. Es cierto que suena increíble, pero vamos caso por caso.

El vínculo con las organizaciones guerrilleras. Hasta que finalizó su mandato, el ex Presidente de Colombia, Alvaro Uribe, denunció en varias oportunidades que el Gobierno Venezolano permitía a guerrilleros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas (FARC) acampar en territorio venezolano, junto a la frontera con Colombia, donde además desarrollaban tareas de entrenamiento y de inteligencia. Esto fue sobradamente probado, al punto tal que casi desata una guerra entre ambos países.

El tráfico de drogas. En julio del año pasado, un informe del Congreso de los EE.UU. mostró que desde el año 2005, en que los agentes de la DEA norteamericana fueron expulsados de Caracas, Venezuela se convirtió en un importante exportador de cocaína a los EE.UU. y a Europa. Los datos de ese reporte indican que el volumen de cocaína que llega a Venezuela desde Colombia aumentó de 60 toneladas métricas anuales en el año 2004, a casi 300 toneladas métricas anuales en el año 2008. Eso representa casi el 20% de la cocaína que se produce en los países ubicados sobre le región andina. Pero no es todo. Además, en virtud de sus relaciones con los grupos guerrilleros, Venezuela logró incidencia en la toma de decisiones respecto de casi el 60% de la cocaína que se produce y se exporta desde Colombia. Los datos, también en este caso, están apoyados en documentación muy contundente.

La venta de insumo para la fabricación de armas nucleares. Una denuncia del ex funcionario norteamericano Roger Noriega denunció que Venezuela permitió la instalación de una fábrica de tractores y de la explotación de una mina de oro, en la región del Roraima, a empresas estatales de Irán, que sirven como pantalla de actividades de producción de uranio, ácido nítrico y sulfato, que luego se envía a Irán como apoyo al programa nuclear que ese país está desarrollando. La denuncia se realizó sobre la base de copias documentos secretos del gobierno venezolano, entregadas por funcionarios de ese mismo gobierno que pidieron ser protegidos y no ser identificados. La confirmación de esa información fue posible cuando veintidós contenedores que eran trasladados de Venezuela a Irán, supuestamente con tractores fabricados en territorio venezolano, fueron interceptados en Turquía y abiertos por orden de las autoridades. Su contenido era ácido nítrico.

¿Qué puede importarle entonces a Hugo Chavez tener más representantes o menos representantes en la Asamblea Legislativa, cuando tiene semejantes negocios en marcha? Obviamente estos negocios no pasan por allí. No necesitan ser aprobados. Basta con controlar los resortes del estado, algo que Chavez viene haciendo muy bien y que seguirá haciendo sin problemas.

¿Cuál es la solución? No tengo idea. Pero seguro que no es la de leer equivocadamente el resultado electoral de una elección sin importancia, en la que además el oficialismo le ganó con holgura a toda la oposición unida.

Pobre Venezuela…