ADMIRABLE FORTALEZA

Hace poco conté en este blog mi encuentro con Pedro Algorta, uno de los sobrevivientes de la tragedia de los Andes, allá por los años ’70, y lo que pude apreciar de él durante el día que pasamos el Olavarría. El post se llama “UN DÍA CON PEDRO ALGORTA EN OLAVARRÍA” y el que quiera leerlo o releerlo, sólo tiene que hacer clic sobre el título. Vale la pena. Lo mismo que la entrevista que el canal local le hizo durante la visita, que se puede ver clickeando en este LINK.

Hoy mi amiga Laurita Cabili me hizo llegar un video que me dejó realmente shockeado y que me llevó a escribir este post. Se trata de un hombre joven, con cáncer terminal, que da una conferencia sobre cómo resolvió encarar la vida cuando supo que iba a morir en poco tiempo. El video es obviamente el que ilustra el post. Dura unos 10 minutos, pero cada segundo vale la pena.

Como van a verlo ustedes mismos, les dejo simplemente unas reflexiones muy cortitas.

Salvando las distancias que hay entre ambas situaciones, Algorta y este señor del que les hablo tienen en común una admirable fortaleza. Porque hay que tener una enorme fortaleza para pararse frente a la muerte y pelearle duro porque todavía hay alguna esperanza de evitarla. Hay ser fuerte en serio para enfrentarse a la muerte sabiendo que el final es cercano e inexorable y tomar la decisión de vivir lo que queda con alegría y con dignidad. Son personas muy especiales.

Pensando en qué es lo que hace que haya personas comunes como nosotros y personas especiales como ellos, noté que, al igual que Algorta, el protagonista de la historia de este post habla de su mujer y de sus hijos, pero rescata especialmente la figura de sus padres. En este caso les atribuye totalmente el mérito de su actitud frente a una muerte inminente. “Para poder encarar este problema de la manera en que yo decidí hacerlo, hay que tener… ¡muy buenos padres!”, dice. ¡Ahí está la respuesta! Lo que los hizo especiales fue el rol que sus padres jugaron en sus vidas.

¡Qué tema! Cuánta responsabilidad para los que tenemos hijos y no sentimos ser como los padres que este señor describe en su presentación. Que peso enorme para quienes, como en mi caso, nos equivocamos una y mil veces. Pero que desafío complejo y apasionante al mismo tiempo ¿no?

Como no podía ser de otro modo, nuestro protagonista termina la conferencia conmovido, pero como un verdadero padre.

PD: El protagonista del video es Randy Pausch, un profesor de la Carnegie Mellon University.El que quiera conocer más de su historia, puede ver "Achieving you childhood dreams", la entrevista que le hizo Time Magazine, el anuncio de su muerte o el homenaje que le rindió su universidad.