¡Que difícil que es para una mujer ser gorda, tener algunos kilos de más, o simplemente no estar en un rango de peso “socialmente aceptable”!¡Es insólito que una “gordita” con mucha onda, inteligente y sensual, muchas veces sea menos valorada que una flaca sin gracia, que vive a lechuga y pasa horas en un gimnasio!
Muchos se preguntarán si eso realmente pasa. La respuesta es sí.
Sin ir mas lejos, ayer vi un tipo que conoció a una de estas “gorditas” en un bar, que empezó a salir con ella y que, a la hora de discutir sobre “el tamaño” de su nueva novia, recibió de su mejor amigo una respuesta brutalmente cruel: “No digo que ella no pueda ser feliz... pero tal vez debería conocer a alguien como ella... gordo también, o pelado... no sé... alguien que no llame la atención a su lado…”.
No fue en un bar, ni en la oficina, sino anoche en el teatro.
Fui a ver “Gorda” era una de mis tantas asignaturas pendientes en este campo.
Salí de allí alucinado por la calidad de la obra, pero me costó un rato recuperarme de esa hora y media en la que se aborda un tema tan complejo y de un final que te deja mudo y con una sensación muy triste.
Fue escrita por el norteamericano Neil Labute, el autor teatral contemporáneo más controversial y aclamado en ese país y se estrenó en New York en el año 2004 con el título “Fat pig”, que quiere decir “cerdo gordo” o “cerda gorda”.
Acá llegó en el año 2008 como “Gorda” y ya la vieron más de 600.000 personas.
Aunque nació en la tierra del Mr Obama, el tema es uno de los grandes temas no resueltos por nosotros los argentinos.
La puesta en escena de “Gorda” es genial, no sólo porque el tema es un buena tema y los actores trabajan maravillosamente bien, sino en especial porque la dinámica del humor del público repite lo que pasa en la vida real.
Cuando vemos la “gordita” la miramos como de costado, nos reímos de los chistes sobre su tamaño y entendemos a los que dicen que no tiene nada que hacer frente a la típica flaca llamativa.
Pero con el paso del tiempo empieza a molestarnos ese ataque artero a la persona que, a fin de cuentas, sólo tiene algunos kilos de más, empezamos a enojamos con los que se burlan y terminamos del lado de quien sufre injustamente.
Por eso el final de “Gorda” nos mata.
Pero nos mata doblemente.
Porque nos duele que termine como termina y porque, aunque nadie lo diga, casi entendemos que es así como tiene que terminar.
La obra es genial. Vayan a verla.
El tema es una tema serio, no dejen de pensarlo.
14 Comentarios / DEJÁ EL TUYO:
La vi en Agosto del año pasado. No se si sigue la misma actriz española, pero esta mujer es fantastica. Fui con 5 amigas, tres argentinas, una canadiense y otra italiana. En algun lugar todos nos sentimos identificados con los dos protagonistas de la historia y con los coprotagonistas tambien.
Si, es la misma. Un flash!
Qué buen tema JQui! Hace rato que quiero ver la obra, será pronto espero!
El tema de la apariencia física es una de nuestras grandes inseguridades como sociedad. Es sorprendente como reaccionamos ante el tema de la gordura y el aspecto físico, la inmensa mayoría.
Nos pinta muy bien como sociedad, todavía, muy inmadura.
Abrazo grande!
Coincido con vos Juan, en que la obra es fantástica y disparadora de muchas reflexiones, con respecto a la sociedad que conformamos...
Viví un año en Estados Unidos y, más allá de todas sus falencias, noté que hay una apertura muy grande hacia "lo diferente", desde personas con capacidades distintas que trabajan embolsando las compras en los supermercados, condominios con servicios adaptados para la tercera edad, cajeros mayores de 50 años en lugares de comida rápida...en fin, creo que tenemos mucho para aprender todavía, sobre todo para poder enseñarle a los jóvenes el valor de la eficiencia por encima de la estética. Te mando un beso.
la verdad q tenes razon .... y para el hombre????? peor ajjajja
mmmm, no se si para el hombre es igual...
es verdad
Es una sociedad muy cruel, donde se condena todo lo que se aparta de un modelo establecido.
tengo que investigar en como ver la obra desde aqui... a mi me gusta la lechuga y el gimnasio :) jejeje! pero pues a nadie hay que juzgar por el empaque en que viene; yo lo hago porque quiero vivir mas, vivir bien y pues darle un buen ejemplo a mis hijos, todo en exceso es malo; la sociedad si a marcado un estereotipo de medidas, y es alli donde la gente se confunde, uno no debe ir al gimnasio esperando resultados de medida, pero pues para ejercitar la resistencia, y cuidar el ritmo cardiaco :) Tambien creo que Dios nos dio lo que nos dio para cuidarlo al maximo y pues todo mal habito... se hace visible; hay circunstancias medicas en donde es incontrolable, pero pues si esta en nuestras manos... porque no hacer el esfuerzo. Viste la pelicula Wall-e?
Silvia: ¡Lo mío no es un ataque a las que comen lechuga! Jajajaja!. Era más que nada para marcar un contraste... De hecho, estos días fui x primera vez al gimnasio a... hacer spinning!!! Casi me muero y todavía no puedo caminar... :-P No vi Wll-e? Vale la pena?? Beso!
ha marcado, perdon por la ortografia.
Coincido con vos Silvia :D !!
Coincido totalmente con que la salud debe cuidarse, sobre todo a partir de determinada edad, en la que el cuerpo deja de metabolizar y compensar nuestros abusos.
Cuidarse es quererse a uno mismo, no por belleza...
Lo que no quita que la sociedad igual sea despiadada con quien se sale de los modelos establecidos, dandole menores oportunidades que a quien se mantiene dentro del standard.
jajajaja! ohhh mi querido Juan el spinning duele por el primer mes, pero no desistas! recuperate y vuelve :) de wall-e, tiene buen mensaje; pero hablando de la obesidad, muestra a lo que nos puede llevar la pereza y el descuido a causa de tanta comodidad.
p.s. cuando hagas spinning asegurate que este pedaleando con el talon ;) y no compitas, ve a tu propio paso, de a poquitos :)
Publicar un comentario