EL CHE Y EL ARTE DE CONVERTIR A UN FRACASADO EN UN MITO

Desde hace tiempo tenía en la cabeza escribir algo sobre lo que pienso de Ernesto Guevara, el Che.

Este año se cumplieron 40 años de su muerte y se escribió mucho sobre él. La mayor parte me pareció equivocado y de muy mal nivel.

Confieso sin embargo que le encontraba tantos y tan diferentes flancos débiles, que no sabía por dónde debía abordar la cuestión central que siempre me preocupó: el peligro de convertir a un fracasado en un mito.

Había leído mucho sobre él, pero no lograba hacer una síntesis que diera para una nota simple “tamaño blog”.

Finalmente hice un par de cosas en estos días que me permitieron precipitar la nota: fui a ver “Che, el argentino”, una película de tercero o cuarto nivel, donde Benicio del Toro personifica a Guevara, y compré y leí detalladamente el muy buen ensayo de Juan José Sebrelli titulado “Comediantes y Mártires. Un ensayo contra los mitos”.

Ahí las ideas que quería transmitir se ordenaron un poco…

Ernesto Guevara fue un asesino, que fracasó como guerrillero, que tenía profundas contradicciones ideológicas y que fue convertido en mito exclusivamente por conveniencia de Fidel Castro, quien lo dejó partir a la aventura boliviana, que no podía significar otra cosa que su muerte.

Vamos por partes.

El Che fue un asesino. Era violento de una manera enfermiza y disfrutaba matando. La frialdad con que “ejecutaba” a prisioneros, campesinos e incluso a sus propios guerrilleros cuando no cumplían con su tarea, sorprendió a Castro, que pronto lo convirtió en “el verdugo” oficial del grupo. Las crónicas muestran que sólo entre Sierra Maestra y Santa Clara mató a sangre fría a casi 40 prisioneros.

El Che fue un guerrillero fracasado. La victoria de Sierra Maestra fue obra de Fidel Castro, un gran estratega militar. Todos los intentos de guerrilla del Che fracasaron: Nicaragua, República Dominicana, Salta, el Congo y Bolivia. Su único triunfo fue un paseo por Santa Clara, en donde la acción se limitó a atacar un tren blindado repleto de soldados desmotivados o asustados que se rindieron sin pelear.

El Che tenía profundas contradicciones ideológicas. No se lo podía calificar de socialista. Ni de comunista. Tampoco de marxista, porque en rigor no conocía el marxismo. Se había quedado en el tiempo y su visión estaba inspirada en los postulados del libro “Fundamentos del Leninismo”, de Stalin. Criticaba el “imperialismo” de los Estados Unidos, pero también a la Unión Soviética por su “vuelco al mercado libre”. Calificaba como “propaganda imperialista” al “Informe Kruchev” y se oponía a la tendencia de los rusos hacía la coexistencia pacífica con el mundo capitalista. Su legado en todo caso fue en este campo una suerte de “cuasi-maoísmo foquista” que sirvió de semillero para grupos terroristas luego exterminados.

El Che fue un mito inventado. Ya había fracasado en Nicaragua, Santo Domingo y Salta. Su ocasional buen papel en Santa Clara le permitió integrarse al primer gobierno de Fidel Castro en Cuba. Pero luego de llevar a Cuba a una crisis sin precedentes como Presidente del Banco Nacional y Ministro de Planificación Industrial, partió hacia el Congo para volver a fracasar. Sólo regresó a Cuba de paso para Bolivia. Y allí Fidel no lo detiene, sino que comienza a construir un mito que le serviría para siempre. Lo dejó hacer, no lo detuvo, tampoco lo ayudó con hombres, armas o pertrechos, ni intentó rescatarlo. Dejó simplemente que entre los campesinos bolivianos, el ejército boliviano y la CIA norteamericana acabaran con él.

Allí mismo, justo cuando muere, se monta en La Habana una impresionante puesta en escena que coronó el proceso de mitificación del Che.

¿El Che Guevara fue un héroe?. Definitivamente no. Asesino compulsivo, fracasado, contradictorio…Fue una persona común que hubiera pasado sin pena ni gloria sin el oportunismo político de Fidel Castro.

Lo que vemos en el cine está alineado con lo que queremos que sea el Che… Es un símbolo tan vacío y tan light de “la revolución”, que hasta resulta simpático.

Pero yo adhiero a una muy buena frase que leí alguna vez, que decía algo así como “El Che Guevara fue un asesino. Tu remera no es nada cool!”.

Me cuesta creer que la fuerza del marketing haya hecho de esta persona semejante personaje…